En Enero del 2020 se publica el resumen ejecutivo de las naciones Unidas, “Situación y Perspectivas de la Economía Mundial”, un amplio documento donde se plantean objetivos en una agenda que abarca posibles escenarios hasta el 2030, donde resaltan que todo el avance económico debe ir de la mano con la inclusión y el dinamismo. Las controversias comerciales entre los diferentes actores así como las debilidades de algunos sistemas políticos han ocasionado un deterioro en el crecimiento del comercio mundial.
Se hace un análisis de las complicadas relaciones comerciales bilaterales entre EEUU y China, lo cual ha ocasionado debilidades en el sistema de suministros de consumibles de diferentes rubros a nivel mundial. Esta situación, así como otras, ponen en riesgo la estabilidad financiera, resaltando el nivel de endeudamiento de las economías emergentes.
Las polarizaciones políticas pueden conllevar a escenarios muy desfavorables para la confianza en la inversión y muchas empresas se han inclinado por la compra de activos financieros dejando de lado el aumento de su capacidad productiva. Lo que indica una “preocupante desconexión entre el sector financiero y la actividad económica real”. Todo esto hace presumir que a corto plazo no haya un incremento considerable de inversiones y por ende el crecimiento de la productividad seguirá siendo débil a mediano plazo.
Las estimaciones del informe ejecutivo indican que uno de cada cinco países disminuirá sus ingresos per cápita o se estancarán, aunque en el oriente del mundo si se registran acelerados pasos de crecimiento del ingreso. La economía mundial se prevé crezca 1,5% per cápita.
El mundo necesita de políticas económicas y financieras más justas y equilibradas que no vean a corto plazo su resultado, por el contrario se debe planificar con miras a resultados a largo plazo donde la inclusión y la justicia social estén en los objetivos, donde el acceso de todas las personas a los servicios básicos sean un derecho real y no una línea más de un documento escrito.
La pobreza no se elimina mientras no haya un compromiso real de lucha contra la desigualdad, si bien es cierto que ha habido avances en disminución de la pobreza y citamos los casos positivos de China e India, más cierto aun es que nos falta mucho por recorrer y mucho por lograr para que todos los pueblos hermanos del mundo surjan y mejoren su calidad de vida
Otro punto que inquieta, son las emisiones de gases de efecto invernadero, la crisis climática no es un juego aunque a muchos actores mundiales así les parezca; todo esto se puede cambiar si se cambia el modelo y la matriz energética, recomendada por los expertos en la materia, pero el logro de esto no depende de quién propone, si no de la voluntad política de todas y cada una de las naciones del globo. Un cambio en la matriz energética generará consecuencias favorables tanto en lo social como en lo económico, las estrategias para suministrar una “energía accesible, fiable y descarbonizada” existen, solo falta ponerlas en práctica.
Todo lo escrito es muy preocupante y a la vez nos motiva a seguir comprometiéndonos con la justicia y el equilibrio, pero más preocupante es, por cuanto este resumen ejecutivo nos ilustraba sobre las posibles condiciones económicas mundiales para este año 2020; pero todo los escenarios han cambiado drásticamente, las condiciones sociales, económicas y políticas han recibido un golpe bajo llamado COVID-19.
Carmen Banca